Los trabajadores tendrán que esperar desde enero a los 66 años y medio para jubilarse
Año nuevo, reglas nuevas para la jubilación. Así lleva sucediendo desde hace ya más de una década. Desde el próximo enero entrarán en vigor nuevas condiciones para convertirse en pensionista que serán un poco más exigentes que las que rigen ahora y obligarán a los trabajadores a retrasar el retiro hasta los 66 años y medio.
Dos nuevas reformas están detrás de esta vuelta de tuerca: la de 2011, que va retrasando gradualmente la edad de jubilación y endurece su acceso, y la aprobada entre 2021 y 2023, que vuelve a revalorizar las pensiones con los precios, penaliza más a los trabajadores que se jubilan antes y premia a los que lo hacen más tarde.
Así que, a partir de enero para poder jubilarse con el 100% de la pensión serán necesarios 66 años y seis meses, dos meses más que ahora, para aquellos trabajadores que no tengan largas carreras laborales. También el periodo cotizado exigido aumenta tres meses y para poder retirarse con los 65 años de antaño habrá que haber estado pagando las cuotas a la Seguridad Social durante al menos 38 años, frente a los 35 años que se exigían antes de la reforma de 2011. El objetivo es que a partir de 2027 la edad legal quede establecida en 67 años si no se ha trabajado como mínimo 38 años y medio.
Las Jubilaciones anticipadas
También se retrasa dos meses, hasta los 64 años y seis meses, será la edad para acceder a la jubilación anticipada voluntaria (quienes hayan cotizado al menos 38 años pueden hacerlo a los 63) o a los 62 años y medio para los que se retiren antes debido a un despido (61 años si han cotizado un mínimo de 38 años), pero tendrán un recorte en su pensión que puede llegar hasta el 30%. Jubilación parcial Más edad y más requisitos Los requisitos de acceso cambian también para poder acogerse a través de un contrato relevo a la jubilación parcial, que posibilita compatibilizar el retiro y un empleo a tiempo parcial si eres un trabajador de la industria manufacturera.
Se retrasa el acceso a los 62 años y seis meses, dos más que ahora, y además se endurece: solo podrán hacerlo con esta edad quienes hayan cotizado un mínimo de 36 años, tres meses más que en 2023. De igual manera, se alarga a los 64 años, cuatro más que ahora el acceso a este tipo de retiro para los que dispongan de 33 años cotizados.
Pero esto solo podrá hacerse si el Gobierno aprueba antes de final de año una nueva prórroga del contrato relevo, tal y como exigen los sindicatos y la CEOE, que advierten que es vital para un sector tan importante como la automoción.
Por segundo año consecutivo no habrá cambios en el periodo que se utiliza para calcular la cuantía de las nuevas pensiones y se tendrán en cuenta los últimos 25 años, diez más que en 2012.
Sin embargo, a partir de 2027 entra en vigor un nuevo método para ampliar el periodo de tiempo, que se irá aplicando gradualmente y podrá convivir con el actual durante las próximas dos décadas. Pero en 2044 ya las nuevas pensiones se calcularán con los 27 mejores años de los últimos 29 cotizados.
Las pensiones subirán en enero con carácter general un 3,8%, un fuerte incremento consecuencia de la inflación media pero que es la mitad que el alza que experimentaron este año. Supondrá 46 euros más al mes para una pensión media, casi 640 euros más al año, cuantía que se eleva a 52 euros mensuales (734 euros anuales) para los jubilados. Mayor será la subida de las prestaciones más bajas: las mínimas se revalorizarán entre un 5% y un 7%, incluso escalarán hasta el 14,1% para las viudas que tengan cargas familiares, que tendrán un plus de casi 130 euros al mes y una nómina que sobrepasará por primera vez los 1.000 euros. Por su parte, las pensiones no contributivas se revalorizarán un 6,9%. En el lado más alto de la tabla, las pensiones máximas escalarán hasta situarse en los 3.175 euros mensuales.
El complemento de brecha de género que reciben casi 620.000 personas (un 90% mujeres) por haber tenido hijos se elevará un 13,8%, puesto que la reforma estableció un 10% adicional a la inflación. Así, pasará de los 30,4 euros actuales a casi 35 euros por cada hijo que hayan tenido y supondrá un extra a su pensión de 75 euros al mes para cada persona que lo recibe.
Gasto récord del sistema Más de 200.000 millones La segunda mayor subida en décadas disparará de nuevo el gasto en pensiones en 2024 hasta límites nunca vistos y por primera vez sobrepasará previsiblemente la barrera de los 200.000 millones de euros.