Los despidos colectivos se multiplican en España
La paradoja del mercado laboral español: mientras el empleo florece y alcanza máximos históricos, los despidos colectivos se multiplican. A pesar de la escalada de la inflación, la guerra en Ucrania, la subida de tipos y el incremento del salario mínimo y las cotizaciones, la afiliación sigue creciendo y se espera que supere los 21 millones de cotizantes en alta este mismo mes por primera vez.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, los expedientes de regulación de empleo (ERE) han experimentado un aumento significativo. En 2023, 36,505 trabajadores se vieron afectados por despidos colectivos, lo que equivale a cien despidos cada día. Esta cifra representa un incremento del 50.7% en comparación con el año anterior, marcando uno de los mayores aumentos en la última década. Curiosamente, esta tendencia ocurre en un contexto de ausencia de crisis económica, lo que plantea interrogantes sobre las causas detrás de este fenómeno.
Desde el Ministerio de Trabajo, se argumenta que esta subida está distorsionada por la baja cifra de despidos en 2022. Sin embargo, incluso en períodos de recuperación económica entre 2015 y 2018, los ERE se mantuvieron en niveles similares o más bajos. ¿Qué factores podrían estar contribuyendo a esta paradoja? Algunas posibles razones incluyen la mayor rigidez introducida por la reforma laboral, el impacto de la inflación en los costos de las empresas y la espiral de costes laborales debido al aumento del salario mínimo y las cotizaciones. Sectores como la agricultura y los servicios, que han utilizado ampliamente contratos de fijos discontinuos, han sido especialmente afectados.
En efecto, el número de afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) en los últimos diez años ha alcanzado su punto más alto, superando incluso las cifras de 2021, cuando la pandemia causó estragos en el mercado laboral y en las empresas. Además, en 2013, durante la crisis de la burbuja inmobiliaria, España registró un récord con más de cinco millones de desempleados.
A pesar de esto, es importante señalar que la cifra actual sigue siendo relativamente baja y representa aproximadamente la mitad de los ERE que se producían durante la Gran Recesión. En 2013, el número de afectados superaba los 70,000. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿por qué estamos viendo este aumento en un momento en que no hay una crisis económica evidente?
Algunas posibles razones podrían incluir:
- Rigidez Laboral: La reforma laboral introducida en años anteriores podría haber aumentado la rigidez en las relaciones laborales, lo que podría estar afectando la capacidad de las empresas para adaptarse a cambios económicos o reestructuraciones.
- Costos Empresariales: El impacto de la inflación en los costos de las empresas podría estar presionando a algunas de ellas a reducir personal. A pesar del crecimiento económico, los aumentos en los precios de los insumos y servicios pueden afectar la rentabilidad y la viabilidad de las empresas.
- Salario Mínimo y Cotizaciones: El aumento del salario mínimo y las cotizaciones podría estar ejerciendo presión sobre las empresas, especialmente aquellas que operan con márgenes ajustados. Esto podría llevar a decisiones de reducción de personal.
- Sectores Específicos: Algunos sectores, como la agricultura y los servicios, han sido especialmente afectados. Por ejemplo, aquellos que utilizan contratos de fijos discontinuos pueden enfrentar dificultades para mantener la estabilidad laboral.
En resumen, aunque no hay una crisis económica generalizada, existen factores específicos que podrían estar contribuyendo a esta paradoja en el mercado laboral español. Es importante seguir analizando los datos y considerar las políticas y condiciones económicas para comprender completamente esta tendencia.
En resumen, mientras el empleo florece, los despidos colectivos persisten, creando una paradoja en el mercado laboral español.