El «ovni» que era un misil francés explosionado ante la costa del País Vasco
Exteriores desconoce el alcance de la prueba gala, que se notificó «por canales militares»
Ha aparecido una luz roja fija que ha cruzado el cielo, ha desaparecido y a los dos segundos ha surgido esta especie de nube en forma de embudo que iba creciendo hasta que se ha disipado, escribía desde Cantabria una usuaria de Facebook el pasado 18 de noviembre. A continuación, y adjuntando un enlace a la web del prefecto marítimo del Atlántico el representante único del Estado francés sobre los asuntos del mar comentaba el aviso desde el país vecino: Parece ser una prueba de lanzamiento de un misil francés. No fue el único testimonio en redes sociales del llamativo fulgor a media tarde de aquel sábado.
Aquella luz intensa que salió del mar y acabó explotando a una gran altura alarmó a muchos ciudadanos, pero no era un satélite, ni mucho menos un ovni como algunos especularon742 cuyo rastro pudo verse en diversos puntos de la Península, sino «la prueba de un misil balístico francés SLBM que, al desintegrarse, produjo una espectacular nube en expansión en la bahía del Golfo de Vizcaya», señalaban desde la cuenta de la Red Investigación Bólidos y Meteoritos (SPMN)-CSIC.
Poco después, la Dirección General de Armamento de Francia daba la versión oficial: «La DGA coordinó y llevó a cabo con éxito una prueba de lanzamiento de un misil M51 sin carga militar desde su sede de Biscarrosse. Este fue el primer disparo de un misil M51 en la versión M51.3». Y añadía que «fue supervisado durante toda su fase de vuelo por el centro especializado de pruebas de misiles de la DGA, las estaciones Hourtin & Quimper y el edificio de mediciones “Le Monge”. La zona de lluvia radiactiva se encuentra a varios cientos de kilómetros de cualquier costa».
El día 27, un ciudadano pidió explicaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores a través del portal de Transparencia. «Hace unos días, el Ejército francés lanzó un misil nuclear balístico frente a las costas españolas que pudo ser observado desde hogares y ciudades costeras del norte de España», escribía. Su intención era saber si se informó previamente a las autoridades españolas; si fue detectado por los radares de nuestro país; qué tipo de radiactividad almacenaba; si Francia va a seguir haciendo estas pruebas frente a las costas españolas; qué declaración ha hecho el Gobierno de España ante este lanzamiento y si ha habido alguna protesta por parte de las autoridades españolas.
La Dirección General de Europa Central y Sudeste de Europa respondió el 4 de diciembre que «consta» un lanzamiento que fue «notificado por parte francesa por los canales militares habituales», pero al organismo de Exteriores no le «consta información relativa a la detección del misil por los radares, a la radiactividad o a la realización por parte de Francia de pruebas nucleares frente a las costas españolas en el futuro, aspectos que escapan de la competencia de este Ministerio de Asuntos Exteriores», aunque «se han realizado las gestiones requeridas en estos supuestos». En cualquier caso, no hubo comunicación alguna por parte de España, al contrario de lo que ocurrió al otro lado de los Pirineos.
El interesado relaciona este episodio con las escalas de submarinos nucleares en Gibraltar, denunciadas reiteradamente por asociaciones ecologistas, para las que no hay un plan de contingencia ante una emergencia en la zona, como ha reconocido el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).