El Ayuntamiento de Santander acuerda instalar nuevos contenedores de basura
En el pleno realizado este jueves en el Ayuntamiento de Santander han acordado por unanimidad la instalación de nuevos contenedores de residuos donde ya existan y donde sean de extrema necesidad, también donde no funcionen los soterrados, ante el problema de «insalubridad e higiene» que sufre la ciudad, donde «las ratas invaden la ciudad», según los ciudadanos.
El órgano plenario ha dado así el visto bueno a una moción de Vox para estudiar el actual mapa de contenedores de residuos urbanos y incluso los buzones soterrados para identificar aquellos puntos en los que son insuficientes o están en mal estado, que son muchos, los distribuidos por toda la ciudad, e instalar nuevos contenedores de residuos urbanos en los puntos de recogida donde se haya identificado esta necesidad.
La iniciativa, que incluye una enmienda del PSOE para que se trasladen los resultados de la consultoría para el diagnóstico y valoración de la situación de los contenedores soterrados, ha contado con el apoyo del equipo de Gobierno del PP, cuya concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, ha reconocido la existencia del problema con la recogida de residuos.
Ante las críticas sobre la vergonzosa situación de suciedad en la ciudad y la basura acumulada en muchas de las calles, el partido Vox, ha explicado que el servicio de limpieza actual «tiene la misma cobertura que el anterior».
Del mismo modo la portavoz de Vox, Laura Velasco, ha censurado que existen muchos contenedores rotos o son insuficientes, con lo que la basura se acumula en la calle «y es una llamada a ratas». Un problema que afecta, por ejemplo, a vecinos de Castilla-Hermida, donde los roedores se han comido los cables de la telefonía, o a los de Camilo Alonso Vega, «donde se puede leer un cartel avisando de no abrir las ventanas porque entran ratas», ha referido.
También el concejal socialista, Javier González de Riancho, ha criticado el «muy mal estado» de los contenedores soterrados, que están «precintados, desbordados y sucios, pasto de roedores». Y ha recordado que los que se instalaron en agosto de 2018 tenían una vida útil de 15 años «y tres años después dejaron de funcionar», y los de 2020 «han durado dos años». Además, ha asegurado que «en muchos lugares» los contenedores estropeados no se sustituyen