Aumentan las llegadas irregulares presiona a la UE para cerrar el pacto migratorio
Los Veintisiete debaten contrarreloj para pulir matices que preocupan a Italia, el país más afectado por la crisis.
La llegada de miles de migrantes a las costas italianas y españolas, y tras el colapso de la isla de Lampedusa y la isla El Hierro han recordado a Europa la gran crisis migratoria del año 2015. Los datos más recientes que maneja la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) dibujan un panorama alarmante: de enero a abril de este año las entradas irregulares a la Unión Europea (UE) por vía marítima se han triplicado respecto al mismo periodo de 2022 y suponen ya la cifra más alta desde que la institución comenzara a recopilar estos datos en 2009.
«En lo que va de año hemos registrado más de 250.000 llegadas irregulares a los países europeos, la mayoría a través de la ruta del Mediterráneo central -una de las más mortíferas en el camino a Europa-», destacó la comisaria de Interior, Ylva Johansson. La presión migratoria ha aumentado especialmente en Italia (que ha recibido casi la mitad de esos migrantes) y en las islas griegas de Lesbos y Samos. También se han visto afectadas, aunque en menor medida, las Islas Canarias y los países que hacen frontera con Bielorrusia.